Comprender el sentido de la
existencia mientras transitamos esta experiencia humana, es la más alta
realización de un alma encarnada… escoger un camino que nos ayude a ello, ya es
medio logro conseguido… todos son válidos, mientras nos afinamos en su búsqueda…
hasta que un día, todo tu ser dice: sííí, ante uno de ellos…
En la tradición de la enseñanza
que he recibido, a este momento se le llama, encontrar nuestro “camino con
corazón”…
Pero, qué marca la diferencia
entre éste y los demás?.
La principal diferencia es que lo
ha escogido una parte muy especial de ti… tu corazón; puede que al principio no
sepas qué significa esto, pero te hace sentir bien mientras lo recorres, te da
paz, te llena de alegría, de fuerza, de esperanza… es así como lo diferenciamos
de los demás…
Lo más hermoso, es que no hay un
solo camino con corazón para todo el mundo, cada uno tiene el suyo… y cuando lo
encuentras… lo sabes.
Yo encontré el mio a través de
este arte que os enseño, un camino no exento de contradicciones… pero así son
los auténticos… Él, me mostró y aún lo hace… mis luces y mis sombras, para
ayudarme a entenderme y entender la vida… y haciéndolo, poder ayudarte hoy a
que encuentres tu propio “camino con corazón”.
Pero recuerda, que el camino no es la herramienta que usas para transitarlo, sea moto,
bici, triciclo o maserati… El camino es la forma en que usas estos vehículos,
tu actitud hacia ellos y con ellos te abrirá las puertas de la comprensión o te
las cerrará para siempre…
Tal vez el arte del qigong sea el vehículo que te lleve a este lugar de comprensión donde las puertas se abren… o tal vez sea un motivo más para distraerte de lo que realmente importa... eso, sólo lo sabe tu corazón.
Antonio Mª Rabaneda.